viernes, 16 de mayo de 2008

Φιλοσοφία

AQUEL AMIGO DE LA SABIDURÍA – CRÍTICA


¿Qué se podría decir de nuestro conocido profesor de filosofía? Lo cierto es que esta crítica es algo comprometida ya que ésta está dirigida hacia uno de los componentes del profesorado, pero como las normas son las normas, la verdad tiene que ir por delante.

La primera parte por la que me gustaría empezar sería la de mencionar la notable presencia que nuestro profesor infunde sobre las brillantes (solamente algunas) mentes de los numerosos estudiantes de nuestro centro: esa naturaleza suya “seria” es perfecta para controlar a cualquiera ya que ésta impone bastante (y escribiendo esto recuerdo un hecho no muy reciente que ocurrió en la biblioteca en el que yo era un observador y reía levemente mientras veía las caras de aquellos más inocentes que todavía tenían un par de años por delante para tener a este profesor en una de sus clases). Y quiero aclarar el uso de las dos comillas que he utilizado anteriormente: simplemente digo que esa seriedad que se percibe cuando pasas por su lado es, para los que ya le conocen como maestro en las asignaturas de ética y filosofía, pasajera ya que dentro de las aulas y mientras dichas asignaturas son impartidas por el profesor; éste, aunque no sea un amigo nuestro, tiene una actitud que le acerca más a nosotros y anima a cualquiera a continuar y seguirle durante el resto de los minutos que dure la clase.

Ahora, y tomando como punto de partida la aclaración anterior, continuaré mi crítica hacia nuestro profesor: sus clases son otro de los temas a tratar. Una de las cosas que anima a participar y dedicar toda la atención de un alumno en la asignatura de filosofía es en parte consecuencia de la peculiar manera mediante loa cual este amigo de la sabiduría imparte la asignatura en sus clases. Y, aunque el profesor ría también en clase, su actitud en el fondo sigue siendo seria, lo que me parece perfecto ya que cualquiera puede estar dedicado en su mayor parte a la asignatura pero sin perder respeto al profesor.

Otra de las influencias de éste la extensa lista de temas que se dan a tratar en la clase de filosofía. Puede que cada temario incluya un determinado número de informaciones a tratar, pero en estas clases la sabiduría cubre las paredes del aula e incita al profesor enlazar cualquier tema que se esté tratando con otros aunque estos no sean de importancia. Además, al tomar el rumbo de las clases de la manera que he explicado antes, estos temas secundarios (aunque no estén presentes dentro de los temas), siempre permanecen en un pequeño espacio dentro de sus recuerdos.

En resumen: este, nuestro profesor de filosofía, es un buen profesor. Es cierto que todo lo que he desarrollado en este comentario ha sido positivo hacia él, pero tengo que decir dos cosillas: 1 es que quizás algún comentario durante el desarrollo de la clase que puede que no nos entre tan bien como otros y eso es una de las cosas que se deberían evitar en cierta ocasión; 2 afirmo que es uno de los mejores profesores con buenos métodos de enseñanza del centro Federica Montseny (aunque haya gente que lo coloque en puestos inferiores).


Alejandro C.H. 1º Bachillerato A.

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