domingo, 3 de febrero de 2008

TEACHER, WE WANT TO LEARN!




¿Cómo comenzar a dar una clase? Además de elaborar una buena preparación, habrá que tener en cuenta la influencia de diferentes factores, relacionados con este tema, durante el período que durará la nueva lección: aprendizaje, inteligencia y pensamiento...

El maestro, tutor o profesor (como quiera llamarle) que imparta la asignatura correspondiente (por ejemplo...no sé...Matemáticas) deberá presentarse con seriedad pero sin parecer distante con los alumnos ya que éstos pueden desconfiar de él o ella. Cuando el silencio sea total y tengan sus libros abiertos sobre las mesas, el profesor informará a sus pupilos sobre el plan preparado para esa clase: los puntos de cada tema, teoría, práctica...

Una vez organizado el procedimiento para la hora de la ya mencionada asignatura, el profesor comenzará dictando una leve dosis de teoría, tediosa pero útil. Es en este momento cuando intervienen diferentes circunstancias que afectan a la enseñanza.

Los muchachos y muchachas con los cuales los profesores tratan ya han alcanzado la edad de dieciséis años, por lo tanto, se situarán en la cuarta etapa de Piaget (inteligencia lógico-formal). En este caso, los alumnos podrán resolver problemas mentales (propios de esta asignatura de números) sin ninguna abstracción y que les permitirán realizar representaciones en su interior. La información que se esté exponiendo a los estudiantes deberá ser lo bastante remarcada puesto que dentro de sus cabezas, ésta podría desaparecer en varios segundos si la teoría no llega hasta la MCP. Otro factor importante es el aprendizaje. La manera por la cual los alumnos aprendan la lección se llevará a cabo mediante un aprendizaje contractivo: éstos almacenarán la información a base de repeticiones (por ejemplo: definiciones) de memoria o a base de organizarla.

Una cosa he de decir al maestro: si observa miradas extrañas hacia usted, no se preocupe, el alumno,-a le adora lo que ocurre es que esta es su propia manera de defensa (frustración). Otro punto que ha de tomarse en cuenta es la motivación de cada alumno. Todos actuarán según el entorno en el que han crecido. Algunos estarán bastante motivados como para dedicarse al estudio, por el contrario, otros se tomarán la clase como un tiempo de relax al vivir rodeado de un ambiente dominado por la indiferencia.

Una vez comprobado todos estos factores, el profesor continuará la clase de la manera que mejor le convenga: o bien puede dedicarse enteramente a la práctica o bien puede explicar durante largos e interminables minutos una gran lista de infinitos párrafos dedicados a la más soporífera teoría. Siempre se ha de tener en cuenta que el aprendizaje y la inteligencia no son lo mismo para unos que para otros. Todo lo que hay que hacer es enseñar ya que quizá pueda ser más agradable.


Alejandro C.H. 1º Bachillerato A

1 comentario:

Enrique P. Mesa García dijo...

¿significativo o conductista? ¿Es todo culpa del profesor o del ambiente? ¿y la voluntad del alumno?